diumenge, 31 d’agost del 2008

El meu cap és un psicòpata (comentaris del llibre).

Ha aparegut recentment un llibre titulat Mi jefe es un psicópata d'Iñaki Piñuel y Zabala de l'editorial Alienta.

El resum de l'editorial diu el següent:

"Camuflados bajo sonrisas encantadoras, halos de eficiencia y capacidades de gestión positivas, nuestras empresas albergan una nueva raza de directivos hasta ahora desconocida. Son el más claro exponente del mito del Dr. Jeckyll y Mr Hyde: personalidades poliédricas, 'alpinistas' organizacionales, maquiavelos a sueldo o narcisistas envidiosos que no dudan en utilizar los medios necesarios para justificar el fin ¿Su jefe es uno de ellos? ¿Y usted?. "

Us adjuntem seguidament tres entrades d'un bloc de marketing (http://marketingware.blogspot.com/) que en fa interessants comentaris.

Primera part:

¿Es tu jefe un psicópata?, aunque este blog pretende ser un punto de encuentro para todos aquellos que buscan algo en el ámbito del marketing, me voy a permitir la licencia de escribir sobre algunos libros que voy leyendo. El último de ellos, "Mi jefe es un psicópata. Por qué la gente normal se vuelve perversa al alcanzar el poder".

El libro analiza pormenorizadamente la psicología de los que el autor llama psicópatas organizativos, que no son otros que los que usan su "encanto, apariencia y capacidad de coacción para trepar y alcanzar con rapidez posiciones de poder". Seguramente esta definición nos trae recuerdos de personas que conocemos o hemos conocido (por desgracia), en diferentes empresas. Estos personajes se caracterizan, principalmente, por su carencia de empatía y por su incapacidad de sentir remordimiento ni sentimientos de culpa por lo que hacen. Hervey Cleckley (The Mask of sanity, 1941), señala las siguientes características de los psicópatas organizativos:

Inexistencia de pensamiento irracional.

Ausencia de nerviosismo.

Encanto externo.

Egocentrismo patológico.

Indigno de confianza.

Mentiras e insinceridad.

Pérdida de intuición.

Incapacidad para seguir cualquier plan de vida.

Conducta antisocial.

Razonamiento insuficiente.

Comportamiento fantástico y poco regulable.

Lloriqueo constante.

Para ellos, el resto que les rodean son inútiles que no podrían hacer nada sin su gestión y "apoyo".


Parece que es una figura asumida, e incluso formada, potenciada y defendida en determinados tipos de empresa, donde la agresividad por la cuota de mercado se ha convertido en agresividad por la cuota de oficina. El management entendido como la capacidad de lograr alcanzar resultados en la empresa, utilizando para ello los recursos existentes, da entrada a un management personalista y manipulador en el que los recursos son explotados en beneficio de los que se autoproclaman DIRECTORES GENERALES (y lo ponen en mayúsculas, como muestra de su minúsculo cerebro).

En definitiva, se trata de personas que, como en la película "La invasión de los usurpadores de cuerpos" (Don Siegel, 1956), aparentemente normales son poseídas mientras duermen por un Mr. Hyde permanente. Por tanto, aparte de los problemas del día a día, tendremos que prevenirnos del peligro del psicópata organizativo. Yo, por si eso se pega como un virus, ya he avisado que a la menor evidencia de enloquecimiento por mi parte, avisen a un loquero.

Segona part :

Volvemos a la carga para desenmascarar a lo que hemos llamado psicópatas organizacionales. Si bien es cierto que en muchos casos no podremos hacer nada por quitarles de en medio, nos ayudará a identificarles y prevenirnos.

Una de las características de los psicópatas organizacionales es que sufren lo que se denomina distorsiones del pensamiento. Estas distorsiones son:

Justificación. Las acciones se justifican porque el psicópata quiere algo o quiere impedir algo. Todo vale.

La verdad del psicópata es absoluta. Sus pensamientos son exactos porque se les han ocurrido a él.

Infabilidad personal. Siempre elije bien y nunca se equivoca.

Impotencia de los demás. Lo que piensen los demás no importa.

Consecuencias de bajo impacto. Piensa que no habrá consecuencias indeseables para él por los actos que cometa.

Dominancia sobre los demás. Los otros son débiles y merecen que se les domine.

Asimismo, los psicópatas organizacionales tienden a movilizar mecanismos de defensa para conseguir cierto equilibrio psicológico:

Agresión instrumental. Obtención de los objetivos mediante ataques y violencia psicológica.

Necesidad de poder.

Cobardía profunda.

Megalomanía.

Incapacidad de fiarse y traición a los demás.

Mentira compulsiva y sistemática.

Quizás uno de los mecanismos que se ve con más frecuencia en las empresas es la megalomanía. El psicópata adopta un inflado sentimiento de autoimportancia que no se corresponde con la realidad, pero que le permite ofrecer una imagen que incrementa su cotización. Esto se manifiesta en la monopolización de la palabra en las reuniones, en la forma en que refiere a sí mismo mediante grandilocuencias, y en cómo deforma sistemáticamente supuestos logros, realizaciones, éxitos profesionales...

Su megalomanía pretende demostrar que posee un atractivo personal o ético que, en el fondo, él sabe que no posee. La seducción suele acompañarse de la compra de personas mediante prebendas, puestos o favores. En breve hablaremos sobre otro rasgo del psicópata: hacerse pasar por víctima de sus propias víctimas.

Todo parece indicar que tras estas muestras de "poder" se esconde el miedo a la disrupción, que se manifiesta, principalmente, con el desprecio a lo nuevo, ignorancia de las nuevas tendencias y la creencia de poder detener el tiempo y el entorno. Por tanto, si encuentras alguno de estos psico-directivos en tu empresa sal corriendo porque ha pasado de ser un maravilloso activo, a ser un peligroso pasivo. Simplemente, corra. La dirección da igual: seguro que podrá añadir más valor - o al menos, no destruirlo - en algún otro sitio.

Tercera part:

El objetivo fundamental del psicópata es conseguir el poder en la empresa a toda costa. Para ello despliega numerosas estrategias y todas siguiendo los mismos patrones de conducta:

Eliminación de los competidores en el momento en que dejan de ser útiles

Dominación de los más débiles

Neutralización de riesgos externos

Silenciamiento de los testigos incómodos

Manipulación de la realidad

Comunicación interesada y deformada

El psicópata organizacional es un experto en granjearse la confianza de las personas que le rodean. Producen, desde el primer momento, buen rollo. Pero es de esos buenos rollos que vas a recordar durante toda la vida.

Si hay algo que busca es psicópata, es el poder. Por eso, unos de los niños de trabajo que prefiere es el de trabajar para sí mismo, pero haciendo que los demás también trabajen en su beneficio. Como suelen decir, "¿qué van a hacer sin mi inestimable ayuda?".

Dadas las "aptitudes" del psicópata, elige de forma minuciosa los sectores en los que sabe que será más rápido su ascenso. Destaca, entre otros, la empresa pública. Y no es casualidad que la mayoría de los psicópatas comiencen a presentar sus solicitudes en distintas administraciones, ministerios, etc., con el único objetivo de acceder al FUNCIONARIADO. Su objetivo: un lugar donde mandar (por eso eligen las fuerzas de seguridad, cuerpos de bomberos, policía...), y en el que sea difícil ser sancionado o despedido, aparte de trabajar poco o nada. The spanish style.

Pero todo esto no sólo lo hacen por el intento de ostentar el poder, o por machacar a los empleados. También buscan €. En su actividad sin escrúpulos, no descartamos que de las pequeñas transgresiones económicas, se pase al fraude y a la apropiación de la ajeno. Pronto, su analfabeta vida emocional se ve impactada por los riesgos que corre.

Es sorprendente ver cómo es capaz de pedir (autoasignarse), retribuciones, bonos, recompensas o privilegios que no se corresponden con su desempeño. Simplemente porque ellos lo valen. Todos se lo deben todo y si toma algo que no le pertenece no será más que para reparar la injusticia que se le hace en una organización que no ha sabido reconocer su decisiva aportación como "joya de la corona". Por eso es de suma importancia detectar al psicópata y alejarle del dinero. Siempre quieren más y más.

Me gustaría terminar este post con una historia zen que da cierta esperanza a los que luchamos contra los psicópatas:

Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo:

-”Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino se revelará“.

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.

Después de la batalla, un teniente le dijo el general:

-”Nadie puede cambiar el destino“.

-”Es verdad” contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente. Tenía cara en ambos lados.

Por tanto, nuestra predisposición ante las cosas es la que hace que se cumplan nuestros objetivos. Y el nuestro, ahora, es terminar con los psicópatas organizacionales.